El estado en la historia



En sentido amplio, podemos decir que el Estado surgió en el momento en que determinados grupos
humanos se unieron entre sí para defender su territorio y sus propiedades frente al acoso de sus vecinos que pugnaban por arrebatárselos. En un sentido más preciso, hallamos las primeras formaciones jurídicas organizadas en los imperios del Próximo Oriente: Asiria, Mesopotamia, Egipto, Persia.
Mas, en estos imperios, las estructuras políticas poseían un carácter personal y absoluto: el rey o jefe del Estado aparecía adornado, frecuentemente, con atributos y prerrogativas de carácter divino, gozaba de un poder total y en él se confundían los títulos de propiedad y jurisdicción o, expresado de otra manera, el Estado aparecía como propiedad suya y, en consecuencia, el resto de las personas eran consideradas como súbditos, es decir, como sometidos a la voluntad del rey y, por tanto, como carentes de derechos propios. En estos imperios, pues, el poder absoluto de los monarcas invadía todas las esferas de la vida y de la sociedad civil.
 
 
 

Por otra parte, la Guerra de la Independencia Americana (1775) y la Revolución francesa (1789) supusieron el triunfo político de las citadas ideas y su implantación en la comunidad social. Nació, así, el Estado democrático y liberal, que durante los siglos XIX y XX está propugnando imponerse en casi todo el mundo civilizado. El Estado democrático se caracteriza porque en él participan todos los individuos y los grupos sociales; el poder del gobierno y los derechos de los gobernados se encuentran establecidos por las leyes positivas, instauradas por los gobernados (bien directamente, mediante referendums, bien indirectamente, a través de sus representantes). Se pretende, de este modo, poner el Estado al servicio de la sociedad. Se trata de defender los derechos y libertades fundamentales de los individuos frente al poder. Desde este punto de vista, el concepto de Estado de Derecho se opone al de Estado absoluto o dictatorial, pues, como afirmó el presidente americano A. Lincoln, es un intento de establecer "el gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo".
El Estado democrático es el Estado de Derecho, el que se encuentra regulado por la ley, en el que se establece la separación de los distintos poderes: legislativo, ejecutivo y judicial. La democracia implica la existencia de pluralidad de partidos políticos. Es un Estado que se opone a los totalitarismos.
Poder legislativo: reside en el Parlamento o Cortes y tiene por misión la elaboración de las leyes.
Poder ejecutivo: integrado por el gobierno: el jede de gobierno, ministros y resto del personal político. Tiene que dirigir la administración general del estado.
Poder judicial: formado jueces y magistrados, y los organismos encargados de dirigir y administrar la justicia.
 
 
 




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